miércoles, 28 de diciembre de 2011

Abrazos de Oso...


De todo corazón, deseo que vuestras vidas se llenen de acciones tan sencillas, tan hermosas... como la que llevan a cabo este grupo de jóvenes italianos. 
En ocasiones, el gesto más simple, puede transformar el día, la realidad, la vida de otra persona...
Los abrazos contienen más palabras de lo que pensamos. A veces, causan más efecto que una charla. 
Los abrazos forman parte del lenguaje simbólico del alma, mediante ellos nuestras almas se funden durante un instante...
Con Amor,
Vanessa

http://www.youtube.com/watch_popup?v=hN8CKwdosjE

sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad...


La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y ser agradecido es comprender el verdadero significado de Navidad. La Navidad no es un acontecimiento, sino una parte del hogar que cada uno lleva siempre en su corazón.
¿Qué es la Navidad?
Es la ternura del pasado, el valor del presente y la esperanza del futuro. Es el deseo más sincero de que cada taza se rebose con bendiciones ricas y eternas, y de que cada camino nos lleve a la paz.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Si tú, yo. Si yo, tú.

 Querid@s amig@s:

Con todo mi cariño, os adjunto este precioso enlace. Se trata de un vídeo que reúne todos los valores de la amistad.
Un abrazo enorme, de todo corazón.
Con Amor,
Vanessa Aguilar


http://www.facebook.com/photo.php?v=1518778293475

martes, 1 de noviembre de 2011

Presentación del libro "El abrazo del oso" en Madrid

Por: Juan Manuel Galván 




        La tarde del pasado viernes, 28 de octubre, Vanessa Aguilar presentó en Madrid, en las instalaciones de Ecocentro, su libro "El abrazo del oso", publicado por Ediciones Luciérnaga. Aquellos que asistimos a esta primera de las tres presentaciones que tendrán lugar en diferentes ciudades (Barcelona y Valencia aguardan a diciembre), nos encontramos con un acto sencillo, próximo, cálido, casi familiar, en el que Vanessa se deshizo del discurso que había preparado anteriormente y decidió dejar al descubierto su gran corazón, para hablar por boca de éste, sin que el guión que reposaba sobre la mesa lograra bajar en ningún momento su mirada hacia el papel escrito. Y es que el corazón, amigos, no titubea cuando quiere que le oigan, no flaquea cuando muestra su verdad y no vacila cuando hay personas que necesitan escucharlo. Por ello, no fue un episodio extraño que el auditorio se contagiara de la visible emoción que Vanessa experimentó en varios momentos del acto: de principio a fin resultó un bonito evento con emociones compartidas.

         Si tuviera que vestir esta presentación pública con una sóla palabra, con una sóla voz, ésta sería "valentía". Valentía por comparecer ante un nutrido grupo de asistentes que escuchó con atención todo lo que nuestra amiga y compañera tenía que decirles. Valentía por derribar los últimos muros tras los que Vanessa se ocultó durante sus años difíciles. Valentía por contar con palabras la verdad sobre la muerte que se custodia en este libro. Valentía por enfrentarse a los miedos humanos sin esconderse. Valentía por tender su mano a personas que necesitan cogerla. Y valentía por recoger el testigo, el legado, el mensaje de aquellos que antes que ella explicaron al mundo que la muerte no existe y por continuar su labor. 

         Resultó una encantadora presentación de su libro: preciosa charla, preciosas palabras, preciosa firma de ejemplares, preciosa tarde... Gracias, mi querida Vanessa, por contribuir a desmitificar la muerte ahuyentando a los fantasmas del miedo y la inconsciencia, gracias por la aportación personal que significa este libro al consuelo de aquellos que atraviesan el doloroso trance de haber perdido a sus seres queridos. Gracias por transmitir tu sólida esperanza a los que, en silencio, sufren un duelo. Gracias por estos momentos inolvidables. Y el agradecimiento por todo tu afán de los que sabemos que te desvives por este proyecto. 

        Tras la charla de presentación en la sala habilitada para el acto, tuvo lugar en la librería de Ecocentro la firma de ejemplares de "El abrazo del oso", para el público asistente, de la que os adjunto esta fotografía. Un abrazo para todos.

sábado, 17 de septiembre de 2011

El Abrazo del Oso








Querid@s amig@s:


Comparto con vosotros el libro que, recientemente, me ha publicado la editorial Luciérnaga.

"El abrazo del oso" ha marcado un antes y un después en mi vida, ya que en él narro las experiencias que he vivido, que me han ayudado a crecer y a comprender el verdadero papel de nuestra experiencia como seres humanos, así como la inexistencia de la muerte cuando ésta es comprendida como la extinción de la Vida.

La muerte no existe. Sin duda alguna, es el medio para que el alma pueda liberarse del cuerpo físico, una vez ha concluido su experiencia en esta forma de vida, una vez ha llegado el momento de que prosiga su camino hacia otras formas de la existencia.

Con todo mi cariño, adjunto el enlace donde aparece el precioso texto explicativo que, Juan Manuel Galván, amigo y compañero de la Asociación "El Abrazo del Oso" escribió como reseña para la solapa y contraportada de la obra.
Un fuerte abrazo para tod@s.
Con Amor,
Vanessa Aguilar
http://www.edicionesluciernaga.com/es/llibre/el-abrazo-del-oso_14660.html

domingo, 31 de julio de 2011

El valor de la iniciativa


Queridos amig@s:


Comparto con vosotr@s este precioso vídeo, que, no casualmente, llegó a mi vida a través de mi amiga Sonrisa.

" ...A veces se necesita de un pequeño ejemplo para que salgan grandes cosas de la mano del hombre...". Pablo Sager

Un abrazo enorme.
Con Amor,

Vanessa Aguilar


martes, 12 de julio de 2011

Hoy...

Queridos compañeros:

Comparto con todos vosotros este precioso escrito que escribió una íntima amiga mía. Un ser humano excepcional, una mujer de bandera que, habiendo superado su propio duelo, decidió compartir el aprendizaje incluso en ese viaje doloroso, intransferible y personal que la ha llevado a un encuentro consigo misma.
Este texto, venía acompañado de un vídeo que no puede pasar desapercibido y que, junto con su escrito, me ha sonsacado las sonrisas propias de la satisfacción personal de un trabajo realizado, su trabajo realizado, y también las lágrimas propias de la emoción que produce ver cómo un ser querido alza sus manos al cielo para enseñarnos que, por encima de cualquier vicisitud, lo más importante sigue siendo vivir, vivir, vivir...
Con todo mi cariño, para todos vosotros.
Vanessa

 
Hoy comienza el principio de mi nueva vida,
hoy decido aceptar mi realidad tal como es,
y no como me gustaría que fuera-
Hoy acepto mis cualidades, mis virtudes,
mis dones así como mis defectos,
también acepto que los demàs solo
aportan lo que pueden en cada momento
y a veces lo que aportan no me gusta,
ni siquiera les gusta a ellos
pero es lo que hay.

Hoy valoro que todo lo que ocurre
es un regalo para nuestro aprendizaje.
Hoy comprendo que no estoy sola,
que tengo todas la ayudas que necesito,
incluso la mejor, mi Yo interior, mi Sabiduría . 
 
Hoy se que merezco todo lo bueno de la vida, y me dirijo en linea recta a conseguirlo,
para bien mío y de los que me rodean.
Hoy decido ser mi propia guia, con la ayuda de la guía Divina,
y decido vivir una vida llena de júbilo, felicidad, amor y belleza,
y también decido que cuando ésto no se de,
pondré optimismo para seguir deseándolo.

Hoy doy gracias por todo lo que me ha tocado vivir,
por el conocimiento que tengo de mi misma
y la compasión que soy capaz de generar a los demás,
doy gracias porque todo sucede para mi bien,
y porque me espera una hermosa vida en la que puedo y quiero hacer mucho bien.

Gracias por acompañarme en el camino, gracias por estar ahí, gracias por existir.
Con Amor.

L.P.
 
 
 
 

martes, 5 de julio de 2011

La ventana




Había una vez dos hombres, los dos con enfermedades graves, en la misma habitación de un gran hospital.

Pese a ser una habitación minúscula, tenia una ventana que miraba al mundo. A uno de los hombres, como parte de su tratamiento, se le permitía sentarse en la cama durante una hora por la tarde (algo relacionado con la extracción de liquido de sus pulmones. Su cama estaba junto a la ventana. Pero el otro hombre debía pasar todo el tiempo acostado boca arriba.

Todas las tardes, cuando el hombre que estaba al lado de la ventana se instalaba para su hora, pasaba el tiempo describiendo lo que veía afuera. Al parecer, la ventana daba a un parque en el que había un lago. En él había patos y cisnes y los chicos se acercaban para arrojarles pan y hacer navegar sus barquitos. Los enamorados caminaban tomados de la mano junto a los árboles y había flores y canteros de césped y juegos. Y al fondo, detrás de la hilera de árboles, se veía un espléndido panorama de la ciudad, recortada contra el cielo.

El hombre acostado escuchaba las descripciones que le hacia el otro, disfrutando cada minuto. Oía que un chico, casi se había caído al lago y lo lindas que estaban las chicas con sus vestidos de verano.

Las descripciones de su amigo, en definitiva, le hacían sentir que prácticamente podía ver lo que pasaba afuera.


Una tarde muy agradable, se le ocurrió: ¿Por qué el hombre de la ventana debía tener todo el placer de ver qué pasaba?¿ Por qué no iba a tener él una oportunidad? Se sintió avergonzado, pero cuanto más trataba de no pensar así, más quería el cambio.

¡Haría cualquier cosa! Una noche, mientras miraba el techo, el otro hombre se despertó de repente con tos y ahogos, y trato desesperadamente de alcanzar el botón para llamar a la enfermera. Pero él lo observo sin moverse, incluso cuando el sonido de la respiración se detuvo.

A la mañana, la enfermera encontró muerto a su compañero y, en silencio se llevaron su cadáver.

Cuando lo consideró oportuno, pregunto si no podían cambiarlo a la cama que estaba al lado de la ventana. Lo trasladaron, lo instalaron y lo pusieron cómodo. En cuanto se fueron, con dificultad se incorporo y se asomo a la ventana.

ENFRENTE HABIA UNA PARED BLANCA...
Muchas veces hacemos daño a gente sin motivo, cuando lo único que trata es de animarnos y de que veamos la vida de la mejor manera.

lunes, 30 de mayo de 2011

La cárcel del tiempo


Para el despertador del hombre años hace que has nacido. Para aquel calendario sólo optas prometer un mes a expirar.
Para la piel que habitas ya eres tronco de inadmisible regreso. Y de cara al vecino ya eres o fuiste: un niño, un adolescente, un hombre, un anciano...
La vida se asemeja a un circo ambulante y como tal se nos muestra expectante y repleta de pruebas. En el espectáculo cualquier ser humano da vida a un trapecista y, ajeno al aplauso esperado, observa la cuerda y observa la vida.
Primer tramo, primer paso... y esta vez aferrado con fuerza a la cuerda de madre.
Primera caída, primer zarandeo... junto al expectante público que te observa, que te ríe, que te grita, que te impone, que te aplaude, que te espera, que te ama, que protesta. Entre ellos, y el más importante de todos, uno mismo.
Al frente continúa la eterna cuerda. Ante ella... el pavor de cruzar defraudando a los tuyos, defraudándonos a nosotros mismos.
Miedo del propio miedo, el trapecista teme lo eterno. Por primera vez, siente que es más fácil resguardarse en tramos pequeños y revestirlos con nombres que ampliar su visión al total de la cuerda. Del mismo temor a la no sujeción surgen las cortas distancias del hilo. Finalmente, el trapecista decide restringir el total de sus pasos, acotar su horizonte en pasos pequeños que son aparentemente visibles, que son aparentemente seguros. ¡No obstante, la cuerda es la misma! ¡Y da igual acotarla o alargarla, romperla o concluirla!
De esta manera es como el ser humano da vida al tiempo. No obstante, y más allá de un vocablo temporal, la cuerda sólo es cuerda...
Ahora, el trapecista es capaz de comparar lo andado con el tramo a seguir y, a su paso, es capaz de ignorar el tramo presente. Entonces, y mientras la caída del ayer se resuelve mañana, comienza a renegar del momento actual.
Ahora, mientras es capaz de acomodarse en un tramo que ya no mira, es capaz también de entristecerse contando los pasos ya dados.
Ahora, y tras la fiesta anual de tarta inventada, el trapecista convive restándole un día al futuro y sumándole cifras a un tiempo pasado.
Ahora, sucumbido a un reloj de pulsera, es capaz de llorarle a un tiempo que él mismo inventó. En definitiva, excusas para encubrir la incertidumbre que nació de una cuerda sin signos.
El tiempo es la fracción inventada de un presente que allana el vasto infinito del amor que somos, del miedo que somos. Y el trapecista es capaz de subyugarse a esa fracción temporal que él mismo creó, para cruzar la cuerda renegando de la espontaneidad, para ejercer un control sobre la incognoscible existencia, para creer que su vida únicamente dependerá de la edad, de los meses, de un frustrante recuento.
Y ahora es cuando el trapecista acabará siendo lo que es: un esclavo del propio recuento y un esclavo de la propia existencia.

Un fuerte abrazo, compañeros.
Con Amor,
Vanessa Aguilar

domingo, 29 de mayo de 2011

Lucha por lo que quieres

Queridos amigos:

Comparto con vosotros este precioso vídeo lleno de valores: esperanza, humildad, coraje, constancia y fe.
Así actúa el Amor. 

Un fuerte abrazo,
Vanessa Aguilar



jueves, 19 de mayo de 2011

Un automóvil nuevo








"Un joven muchacho estaba a punto de graduarse, hacía muchos meses que admiraba un hermoso coche deportivo que vio en un concesionario. Sabiendo que su padre podría comprárselo le dijo que ese coche era todo lo que quería.
Conforme se acercaba el día de graduación, el joven esperaba por ver alguna señal de que su padre hubiese comprado el coche. Finalmente, en la mañana del día de graduación, su padre le llamó a que fuera a su habitación. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba.
El padre tenia en sus manos una hermosa caja de regalo. Curioso y de algún modo decepcionado, el joven abrió la caja y lo que encontró fue una hermosa Biblia de cubiertas de piel y con su nombre escrito con letras de oro. Enojado le gritó a su padre diciendo: "Con todo el dinero que tienes, y lo único que me das es esta Biblia". y salió de la casa.
Fue tanta la decepción del joven que se fue de la casa a hacer su vida.
Pasaron muchos años y el joven se convirtió en un exitoso hombre de negocios. Tenia una hermosa casa y una bonita familia, pero cuando supo que su padre que ya era anciano estaba muy enfermo, pensó en visitarlo.
No lo había vuelto a ver desde el día de su graduación. Antes que pudiera partir para verlo, recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto, y le había heredado todas sus posesiones, por lo cual necesitaba urgentemente ir a la casa de su padre para arreglar todos los tramites de inmediato.
Cuando llegó a la casa de su padre, una tristeza y arrepentimiento llenó su corazón. De pronto, empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenía y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le había dado. Con lagrimas, la abrió y empezó a hojear sus paginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11

"Y si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan"

Mientras leía esas palabras, unas llaves de coche cayeron de la Biblia. Tenían una tarjeta del concesionario de coches donde había visto ese coche deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras: TOTALMENTE PAGADO.

¿Cuantas veces hemos rechazado y perdido las Bendiciones de Dios porque no vienen envueltas en paquetes hermosos?"


Un fuerte abrazo, compañeros.
Gracias, Carlos, por mostrarme este precioso cuento.
Con Amor,
Vanessa Aguilar

viernes, 6 de mayo de 2011

¿Por qué la gente grita?



        Un día Meher Baba preguntó a sus mandalies lo siguiente:- ¿Por que la gente se grita cuando están enojados?:
        Los hombres pensaron unos momentos:
        Porque perdemos la calma - dijo uno - por eso gritamos.-
        Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? - preguntó Baba - No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
        Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía a Baba.
        Finalmente él explicó:
       Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
       Luego Baba preguntó:- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?
       Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente,¿por qué? Sus corazones están muy cerca.
       La distancia entre ellos es muy pequeña.
       Baba continuó - Cuando se enamoran más aún, qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aun más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman.
      Luego Baba dijo:
      -Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.

Por: Carlos García

viernes, 29 de abril de 2011

El Efecto Sombra: tus zonas oscuras...

      
         Queridos amigos:


       Con mucho cariño, comparto este precioso documental titulado "El Efecto Sombra", que me regalaron mis amigos Juanjo y Anahí.
       Indiscutiblemente, todos los seres humanos poseemos en nosotros mismos la corriente de dos fuerzas opuestas: la Luz y la Oscuridad.
       Lamentablemente, fundamentalmente debido al legado de creencias que nos han dejado algunas respetables pero dañinas formas de pensamiento global, hemos considerado nuestra propia oscuridad como una parte "maligna", "perjudicial", "dañina", "indeseable", que hemos temido expresar por miedo a ser rechazados por otras personas. Unas creencias que, sin lugar a dudas, han derivado en la represión colectiva de todos los sentimientos oscuros que forman parte de nuestra escuela de la Vida y de nuestra innata esencia humana y divina, provocando: la división de nuestra energía, de nuestra mente, de nuestras emociones. Y, cómo no, dando lugar a: fuertes desequilibrios emocionales, a un sinfín de enfermedades.

        Desde que inicié la preciosa aventura de redactar y compartir experiencias y toda clase de información vinculada al fomento de la Consciencia y del Amor a través de este blog, he deseado poder plasmar el poderoso efecto que produce en nosotros la Confianza.

        Confiar es depositar todo lo que uno es en manos de la Vida. Todas las cualidades y dones que nos han sido entregados por la Vida, no son fruto de una casualidad. En todo caso, son los atributos que Amor (Dios) nos ha otorgado para que llevemos a cabo el o los propósitos que nos ha encomendado durante el período que nuestra alma ha decidido y pactado libremente con Él transitar por la transitoria escuela terrestre. Confiar es saberse, conocer, reconocer y sentirse parte de un Plan de Amor perfecto, más allá de los miedos que surgen cuando desconfiamos y consideramos que nuestras vidas son el reflejo de nuestros deseos, de nuestras expectativas, de la ilusión que fomentamos cuando nos creemos divididos de la Vida y de todo lo que existe en ella.

        En torno al conocimiento del significado que posee la palabra "confianza", soy capaz de transmitiros la importancia que reside en amar todos aquellos dolorosos episodios que todos y cada uno de nosotros hemos vivido; pues, pese a la carga oscura que se alberga en todos ellos, son ellos los que nos conceden la posibilidad de evolucionar, de crecer, de transformarnos en personas dignas y nobles. Confiar en los capítulos oscuros que hemos vivenciado y/o vivimos, nos ofrece la posibilidad de abrazar la Vida con más fuerza, de saberse y reconocerse con esa fuerza invisible divina que nos brinda, con su incondicional Amor, la posibilidad de experimentar todos los sentimientos humanos sin distinción.

        La Oscuridad es una parte necesaria en nuestras vidas, tan necesaria como lo es la Luz. De todos nosotros depende hacer un uso constructivo o destructivo de ella. No obstante, abrazarla, amarla, etc. es fomentar la Luz que habita en nosotros, ya que Luz y Oscuridad son expresiones opuestas pero idénticas: cuando existe una gran dosis de Oscuridad, también existe una mayor probabilidad de transformarla en Luz.
        Un fuerte abrazo, compañeros de camino.
        Con Amor,
    
Vanessa Aguilar





Parte 1


Parte 2


Parte 3


Parte 4


Parte 5


Parte 6


Parte 7

jueves, 28 de abril de 2011

El Amor todo lo puede




Un día aparece alguien en tu vida, un total extraño, una persona que se quiere acercar a ti. Pero has pasado por tantas situaciones difíciles que no sabes si podrás volver a confiar en alguien. Te preguntas para qué tratar con esa persona, si todo acabará igual que siempre, para qué darle una oportunidad si te va a fallar y la cabeza se te llena de pensamientos contradictorios, si abrirte a esa persona o no…

He aprendido que en la vida nada es por azar sino que Dios todo lo tiene previsto, Él sabe a quien pone en tu camino y hasta cuando, por qué lo pone y por qué te lo quita, eres tú quien tiene que descubrirlo, pero él sabe por qué lo hace.
Pero finalmente eres tú quien decide si darle o no la oportunidad a las personas que se presentan en tu vida. A veces perdemos nuestra oportunidad de ser realmente felices por miedo a que nos vuelva a pasar aquello que ya nos pasó anteriormente junto a otra persona. Cuando este miedo, y esta duda nos corroe la cabeza, rara vez podremos encontrar nuestra alma gemela.
Uno quisiera poder darle una oportunidad a esa persona, pues parece una persona buena, preguntándose incluso si tal vez este sea el que Dios puso para ti... Pero no es eso lo que ocurre, primero llega a nuestra mente que "este es igual a los otros", que "me va a fallar". Pero hay que verlo desde otro punto de vista, nadie es perfecto, todos fallamos alguna vez, sólo que dependiendo del error se perdona o no.
Un día aparecerá "ese alguien" en tu vida, y tú tal vez no lo dejes entrar, puede que lo pierdas para siempre por culpa de tu desconfianza. No dejes que eso te pase o lo lamentarás mucho. Recuerda que Dios te lo pone en el camino, tú, y sólo tú decides si estar o no con esa persona que Él te ha mandado.
No pienses que cuando una relación se acaba hay que buscar culpable, no lo hay, ya que si se acabó es porque no era amor verdadero, ese amor que lo puede todo y no encuentra fallos mientras siempre sale adelante.
Concédanse una oportunidad y arriésguense un poco, pues tal vez esa persona que aparezca en sus vidas sea la indicada, y si no le dan esa oportunidad puede ser que lo pierdan por siempre. No se den por vencidos ya que Dios sabe lo que hace y conoce lo mejor para nosotros, pero recuerden que Él sólo nos lo pone enfrente, de nosotros es la decisión de si le permitimos entrar o no.
Si alguien te pide la oportunidad de conocerte, de comenzar una amistad, de iniciar una relación, puede que arriesguen mucho porque son dos lados de una moneda, hay un 50% de posibilidades tanto de ganar como de perder, pero nunca lo sabrán si no lo intentan.
El Amor comienza por la amistad, la confianza, el respeto, la entrega, la fidelidad, un beso, un suspiro, un abrazo, una sonrisa, un pensamiento, una palabra, etc. Si alguien ha de llegar a tu vida dale una oportunidad, ya que no sabes si ese es quien Dios te ha mandado para ser feliz.
No duden de Dios, porque nadie está por encima ni sabe más. Él siempre te pondrá varias puertas, es tu decisión elegir la más correcta puesto que todas si Él las puso son correctas. Tu deber es escoger la mejor, y te aseguro no te arrepentirás si así lo haces.
El Amor todo lo puede, pero si es verdadero y mutuo.

 Texto de: Silvano Antonio Veloz

domingo, 24 de abril de 2011

Los videntes del camino...

       
        
        Queridos compañeros, queridos videntes del camino:

        Comparto este fabuloso vídeo que me regaló mi gran amiga Lourdes. Un vídeo como respuesta a las preguntas que se formulan todas aquellas personas que están inmersas en el despertar del camino espiritual, del camino de Amor (Dios). 
        Un fuerte abrazo para todos. 
        Os Amo. 
Vanessa  Aguilar





jueves, 21 de abril de 2011

El Amor todo lo transforma...


Comparto con todos vosotros este precioso vídeo animado, que una princesa me regaló durante el día hoy. Un vídeo que anima a todo ser humano a seguir esta cita que, en su día, nos regaló esa gran alma llamada Gandhi: "Sé tú el ejemplo que quieres ver en el mundo".
Las imágenes, el texto y la melodía no tienen desperdicio.
Un abrazo, amigos y compañeros de camino.

Vanessa Aguilar




martes, 19 de abril de 2011

La Reencarnación


"Fuiste. ¡Serás!
Lo sabes mientras eres.
La reencarnación es el proceso natural
de reciclado de la energía humana mediante
el nacimiento, el crecimiento, la decadencia y la muerte.
Cada renacimiento es un vínculo en la cadena eterna de cada uno
de impresiones, pensamientos, deseos y acciones latentes.
El alma en su nuevo cuerpo tiene la oportunidad de
aprender del pasado, vivir el presente y prepararse para el futuro".


LA REENCARNACIÓN: ¿POR QUÉ CREER EN ELLA?

En cuanto he empezado a basar mi sentido de «quién soy» en percibirme como un alma en vez de solamente advertir mi traje transitorio, el cuerpo, me doy perfecta cuenta de que, como ser de energía espiritual que da vida al cuerpo, soy inmortal. Empiezo a comprender que cambio de traje físico igual que la serpiente muda la piel, pero que yo -el alma eterna- nunca puedo morir.


LA MUERTE (TRANSFORMACIÓN) Y EL RENACIMIENTO.

En el momento de la muerte física, el alma abandona su energía de los órganos del cuerpo y desaloja el lugar que ocupa en el centro de la frente. Se lleva consigo las impresiones acumuladas en esta vida y se introduce en el cuerpo de un bebé nonato, mientras que el cuerpo nuevo todavía se está formando en el útero de la madre. Esto sucede normalmente entre el cuarto y el quinto mes de embarazo. Un alma humana sólo entra en un cuerpo humano. El tipo de cuerpo en el que entra el alma y las condiciones del nacimiento vienen determinados por las acciones pasadas del alma en su vida o vidas anteriores y por la acumulación de intercambios que ha establecido con otras almas. Si no se comprende correctamente este proceso, el abandono de un cuerpo y la adopción de otro suele ser una experiencia que produce un gran miedo y angustia, aunque los detalles de la vida anterior se borran pronto y se viven experiencias nuevas para que el alma no se sienta desbordada y confundida por los recuerdos del pasado.


LA REENCARNACIÓN: LO QUE TE LLEVAS CONTIGO.

En cuanto se han desarrollado el cuerpo y el cerebro del bebé, el alma se ha olvidado por completo del pasado y se ha acostumbrado a sus nuevas condiciones de vida y a los padres de su nuevo cuerpo. Sin embargo, aunque el alma normalmente no recuerda detalles de sus vidas pasadas, lleva consigo –en forma de actitudes, tendencias y personalidad– el efecto acumulativo de todo lo que ha experimentado y aprendido. Todo lo que ha aportado a la nueva vida desde la perspectiva genética es la estructura física del cuerpo, la raza, el color de los ojos, la forma de la nariz, etc. Y, a pesar de que el entorno en el que un niño se educa, así como las personalidades de los que lo rodean, sin duda ejercen una influencia en su evolución, sus tendencias y reacciones ante la gente y los acontecimientos no se generan desde la perspectiva biológica sino que son inherentes al alma de las existencias anteriores. Estas impresiones predominantes grabadas en la vida pasada en seguida empiezan a manifestarse y a expresarse en el nuevo entorno.


LA RELACIÓN EN OTRAS VIDAS.

La vida humana se basa en las interrelaciones entre las almas que, a su vez, se basan en las distintas impresiones presentes en cada una de ellas. Dichas impresiones determinan el curso de la vida, la naturaleza de las actividades del alma y su ubicación física en determinado entorno. Es por ello que normalmente se crea un vínculo entre dos almas que han establecido una relación en una vida, vínculo que las reunirá otra vez en otras vidas. Por esto muchas personas tienen la sensación de haber conocido a alguien antes, aunque aparentemente se encuentren por primera vez. O viven la experiencia de conocer a alguien y tienen una sensación de atracción o repulsión aunque no lo conozcan lo suficiente en la vida actual como para que hayan surgido estos sentimientos. Lo que ocurre es que el alma reconoce a la otra alma –aunque los cuerpos sean distintos– desde la última vez que se vieron.


LA REENCARNACIÓN: EL PROCESO DE RENACIMIENTO.

La reencarnación es un proceso de renacimiento. Con cada nueva muerte llega un nuevo nacimiento y la apertura de un capítulo nuevo en la interminable historia de la vida. Con cada nuevo nacimiento el alma prosigue su viaje a través de la eternidad en el lugar en que lo dejó según sus cuentas en el nacimiento anterior. El alma no es la víctima de un Dios enfadado o vengativo que la condena a una vida de privación o sufrimiento sin motivo aparente. El alma hereda un pasado creado por ella misma. El hecho de que las causas exactas del pasado que motivan las circunstancias de la nueva vida no sean aparentes ni visibles no significa que no existan. Dicho de otro modo, un alma nacida en circunstancias felices no es receptora de la gracia o la bendición de Dios, sino que es el fruto de la recompensa de sus propias acciones generosas y benéficas llevadas a cabo en el nacimiento o nacimientos pasados. Cada alma está constantemente experimentando el efecto de alguna acción pasada y también está plantando las semillas para recogerlas como un fruto en el futuro.
La comprensión de la reencarnación consolida, en la meditación, la experiencia de mi propia inmortalidad, mi existencia eterna como alma. Y esto es una medicina excelente para muchas clases de miedos, ansiedad y pensamientos limitados.

Un abrazo, compañeros.
Vanessa Aguilar

lunes, 18 de abril de 2011

Un sorbito de paciencia






En un establecimiento de regalos, siete ansiosos clientes esperan ser atendidos y adquirir su presente. La única dependienta de la tienda, vuela que no anda. Ocho artículos cubren sus manos mientras, con el mentón dolorido, a duras penas logra inmovilizar un rompecabezas. Sin visibilidad alguna, la mujer tropieza con el mostrador. Desafortunadamente, el traspié provoca la apertura del puzzle y todas las fichas caen al suelo. Tras el suceso, la mujer contempla embobada los ocho presentes. El ansia de desear abrazar la totalidad la condujo a caer.
Durante la exploración de un camino, un corredor se encuentra con la encrucijada de tener que elegir entre diez sendas. El corredor decide correr por todas ellas. Da comienzo la carrera y en la maratón, sin una elección de camino, el estrés le augura al hombre un gran cansancio.
Hora tras hora, los matojos van cubriendo la superficie fangosa y en la senda sin atajo llega la noche. Ya cansado, el hombre se detiene a descansar en unas enormes piedras. Su nula orientación culmina en llanto. De repente, piensa en el camino y en los diez senderos. Estupefacto, afirma estar en todos y en ninguno de ellos. Como consecuencia, la profundidad del fango nubla su visión y la inmensidad del camino logra vencerle. El corredor comprueba que en su miedo por elegir una vía ha encontrado su propia derrota.

Sentada en un café, prosigue su lectura la vida en persona. Un sorbito de paciencia la entremezcla con la mañana. En su sabroso plan, percibe serena a sus vecinos de mesa: ímpetu y duda. Ambos naufragan en su café.
En su glorioso plan, la vida recopila experiencias. Entre ellas, dependienta y corredor. Sorbiendo de nuevo paciencia, la vida comprueba en ese naufragio vecino todas aquellas cosas que no desea volver a sorber.
De su paso por el ímpetu ha aprendido a reconocer que caminar en contra de las situaciones produce desden, que nadar con sobrecarga origina agotamiento, que temer la conlleva a dudar y a retroceder y que abarcar la dirige a caer.
La vida ve en sus propios caminos un paraje sin áreas de descanso. Para ella, los tramos del corredor se construyen y se destruyen en un santiamén. La vida es de todo menos estática.
Existen, sin embargo, tramos donde los cambios son observados con lentitud. En ocasiones, perezosas sendas donde la seguridad se frota las manos, al mismo tiempo que merienda comodidad. Muchas veces, un huracán destroza la senda y el corredor se pierde en la duda. En estos casos, la vida propone alternativas, puentes y pasarelas, para que en el traspié el corredor pueda elegir de nuevo y proseguir el viaje.
En definitiva, lo importante no es correr sino seguir andando. Para el camino, el amor y  la paciencia son el mejor bastón.

Al mirar a su alrededor, la dependienta se levanta. Tras la caída descubre a su alrededor un cúmulo de piezas de puzzle revueltas y desperdigadas por el suelo. Ante la atónita mirada de los clientes, la mujer se levanta y se dispone a recogerlas. No obstante, ha comprendido: ha descubierto que si sigue los latidos de su corazón, que si fluye a su propio ritmo, las piezas del puzzle vida... encajan perfectamente.
La respuesta está en sorber de la vida un poquito de paciencia. 

Vanessa Aguilar



"...A veces nos encontramos en encrucijadas que nos producen desasosiego sobre cuál es el camino a escoger. El camino de la izquierda es el de lo conocido, lo habitual, el sofá de una casa con programa nocturno de "Claves del nuevo marketing del perfil más demandado por la sociedad", pero el camino es polvoriento, desértico, mortecino, es un vórtice que te absorbe, no hay vida salvo unos cuantos arbustos desgranados retorciéndose por el viento y la seguridad de cumplir con la norma establecida de tigres con piel y apariencia de ovejas, bailando sin sentido de un lado a otro siguiendo al rebaño, al perro y su pastor. Sí, eres dirigido, es muy cómodo, llegas al establo, das tu leche y cedes tu piel. A cambio, pierdes el sentido de la vida, el rumbo y de regalo das tu identidad. El otro camino es el de la derecha, un camino verde, fresco, alegre, colorido, chispeante, plagado de vegetación. Aquí no cumples con la ley, eres independiente, seguro de ti mismo, marcas tu propio ritmo, fluyes con la existencia. Eres el protagonista, el director de tu propia película, los susurros del corazón son tus aliados, cuando los oyes aunque sea bajito los sigues, te lleven a donde te lleven pues confías en ti y en la vida, en las situaciones y en los duendes que se te cruzan por ambos lados. A lo largo de este camino te puedes resbalar pues la hierba está húmeda, pero pronto empiezas a reconocer que tipo de terreno has de pisar y cuál has de saltar. Y llega un día en que el camino te ha enseñado tanto que tu cuerpo, tu mente, tus sentimientos y tu alma conforman un mecano sincronizado, sin dejar de tener presente al alba que cada día es creación, movimiento, transformación, aprendizaje y puedes volver a caer tan rápido como levantarte, crear, moverte, transformarte y aprender. Es el ciclo de la vida y el gozo de percibirla...".  José Ignacio


"...La paciencia, esa gran virtud que denota la tranquilidad del espíritu y la serenidad del ánimo. La paciencia, ese camino de imprescindible elección para alcanzar los objetivos más primordiales y para ascender a las más elevadas metas. La paciencia, esa sabiduría de la espera en calma. La paciencia, esa aptitud tan necesaria ante la vida y tan escasa en una sociedad frenética y agitada como la de nuestros días. Hemos de aprender a saborear la vida con el paladar de la paciencia y a respirar su aroma de manera tranquila y pacífica. Es desde el sosiego, y no desde el cansancio, desde donde siempre se adoptan las mejores decisiones. La premura nunca será una buena consejera para lograr los mejores resultados...". Juan Manuel Galván

jueves, 31 de marzo de 2011

Cuando me amé de verdad

Queridos amigos: 


Comparto con vosotros este precioso texto de Charles Chaplin, cuyas palabras no tienen desperdicio.
Muchas gracias, Diana, por subir este vídeo en los Grupos de Apoyo al Duelo y al Despertar Espiritual que los componentes de la Asociación El Abrazo del Oso hemos creado en Facebook.
Un fuerte abrazo de oso.
Os amo,
Vanessa




Cuando me amé de verdad comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto y entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene un nombre…AUTOESTIMA

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es…AUTENTICIDAD

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver todo lo que acontece y que contribuye a mi crecimiento.
Hoy eso se llama…MADUREZ

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, sólo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es…RESPETO

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable…, personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio mi razón llamó esa actitud egoísmo.
Hoy se llama…AMOR PROPIO”

Cuando me amé de verdad, dejé de temer al tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es…SIMPLICIDAD

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y con eso, erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es la…HUMILDAD 

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama…PLENITUD

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada.
Todo eso es…SABER VIVIR


“No debemos tener miedo de confrontarnos, hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.”

Charles Chaplin





martes, 29 de marzo de 2011

UNA CARTA AL PODER

        


         La Vida es una construcción móvil de ladrillo invisible. A construir o deshacer mediante el libre albedrío. En un mismo día y en tan sólo unas horas, el ser humano es capaz de construir a su paso espontáneas caricias o bien sucumbirse al conflicto de su mente pensante.
        El ser humano puede llevar a su pueblo a la guerra maldita o bien violar en la esquina a una joven mujer. Incluso, puede llevar ese pan a engullir a la mesa y decidir: si lo comparte o si lo esconde, si lo roba o si lo engulle. En definitiva, el ser humano es una proyección de lo que desea ser.
        El ser humano puede crear su nido a la carta y encarcelarse a los pagos. Aunque bien sepa que cuando más nido tiene, menos libertades posee. El ser humano de hoy todavía se limita ante las posibilidades que le brinda la Vida.
       -¿Y… por qué? –me pregunto afligida.
       En un mundo sin límites, en un mundo donde no hubiera familia, grupos y sectas no más se vislumbrarían personas, hermanos.
       Y en esa ilimitación hacia la Vida ya no habría ni países, ni aldeas. Tan sólo individuos con órganos, esencia y sangre.
       Y desde esa ilimitación, un “de tú a tú” se trasladaría al total de las bocas, mientras en la programada intimidad de arraigadas morales afloraría radiante: la unidad de los pueblos y la unión de las razas, el adiós al formato y a los rasgos de piel.
       No obstante, en un día como hoy, los recursos del pobre alimentan la boca del rico y los árboles que son talados presienten con pena el calvario que aflige, que hiere, que quema, que mata. Hoy, la innecesaria ambición malinterpreta al amor y en respuesta a la falsa y caduca valía interior surgen: religión y política, grupos y sectas. El ser humano sale a la calle y dispara al desprovisto mientras vende su espíritu a la propia verdad.
      -¿Y… qué es la Verdad? –me cuestiono llorándote.
      La Verdad es más allá de cualquier institución y estructura jerárquica, un conjunto de verdades. No obstante, el ser humano obcecado limita su mente a la propia verdad y embarcado en un mar de prejuicios se vende al mercado del miedo.
       Sin embargo, más allá de una intrínseca y mísera realidad, las fronteras se derraman y la línea que separa la cordura de la locura ya no puede ser medida por los expertos. Desde esta concepción, todo es posible: la apertura de ideas se nos muestra vivaz con un libre albedrío y el ser humano puede construir a su paso todo aquello que se proponga. De repente, la concepción de una idea nos la da la razón y las palabras a expirar en las bocas tan sólo son subjetivas palabras.
       Más allá del padre al hijo, un ser humano educa a otro ser humano. Personas que conciben la educación como casa cercada a otros pueblos, a otras culturas. Entonces, la verdad se reduce a la patria que habitas y, amparado en lugar resguardado, implantas banderas de ambición y poder. Ahora, mientras yaces postrado saciando la gula, le concedes sed al hermano, un saqueo a la Tierra y hambre a los niños.
       Un individuo tan sólo crea a su paso un solo instante presente. Detrás de ese paso… una incertidumbre que abruma. La propia desconfianza es quien le obstruye la claridad de conciencia y el camino a seguir. Finalmente, tras venderse al propio miedo, camina imitando unos pasos ya dados.
       Un individuo empresario es un ser humano, al igual que aquéllos que trabajan para él. La medición del estatus únicamente nos muestra: la felicidad irreal de extrapolar fuera y no dentro las carencias que posee el alma. Desde esta limitada verdad se crearon: los patrones y los súbditos, el monopolio, la oligarquía y la veneración al poder.
      En su tribuna, los jueces condenan al preso. En las calles, los hombres y mujeres enjuician su propia verdad. En el ocaso, el juez de tus días eres tú mismo.
      Hoy, la Verdad se ha vestido en la tienda del Ego y mientras piensa tan sólo en deudas o haberes se cose y se zurce tal belleza del alma.
      Desde este ocaso de esencias, me nace llorar.
      -Mas, ¿por qué lloro?
      Le lloro a la Tierra que bienes te otorga y le lloro a una Tierra que el hombre destroza. 

      Le lloro al fusil que mecen tus manos y le lloro a la bala del hombre que matas.
      Le lloro a la casa que tú desvalijas y le lloro a los niños que crecen con calles. 
      Le lloro a la especie que muere extinguida, le lloro a las masas y también te lloro a ti…poder: 
     -Por tu ira. 
     -Por tu codicia. 
     -Por el beneficio. 
     -Por la divisa. 
     -Por tus fronteras.
     -Por tu verdad. 
     -Por el estatus. 
     -Por violar. 
     -Por tu saqueo. 
     -Por tu egoísmo. 
    -Por limitarte. 
    -Por abatir. 
    -Por ese orgullo. 
    -Por tu ceguera. 
    -Por permitirlo. 
    -Por insistir.
    Hoy, mientras mates tu sangre y tales tu savia llórale al mundo. Hoy, ya no hay padres, ni hijos… y en el desprovisto encuentra a tu hermano. 

   A partir de hoy, tu prisión, tu verdad y tu casa es la Tierra que matas.

viernes, 4 de marzo de 2011

LA CAÍDA DEL IMPERIO


  Con todo mi cariño, para Vicent.

La ignorancia humana ha desestimado al sueño, como si éste se tratase de un simple juego de niños. Señores, señoras: los hombres ya no pueden soñar. El maletín y la corbata se subastan hoy para el que, sin aliento, busque en su zaguán: su pelota y su peonza, su silbato y sus canicas.
Atrás se quedaron las ilusiones y los recuerdos para el tren de los años. Pues hoy, el árbol desnudo del alma se cobija en un cuerpo, aparentemente sin indicios de luz, aparentemente sin cobijo alguno para la esperanza.
Hoy, el actor humano sale a escena y, canjeando el sabroso juego del alma por el de las apariencias, interpreta a un recluso social ávido y desesperanzado. 
Hoy, son los aplausos del prejuicio quienes impiden al sueño retomar su lugar. 
Hoy, es el llanto reprimido del niño que habita en todo ser humano quien denota cautivo la caída de ese imperio llamado Amor. Desde esta concepción: los caramelos son reemplazados por los puros, los abrazos por leves sonrisas, las cartas se confunden con recibos y los llantos son cambiados por suspiros y bramidos represores.
Hoy, el adulto se confiere desde un canon marcado por lo establecido y, encerrado en su zaguán, pervierte su ingenio individual mientras se vende a los miedos, a la opinión y al olvido. Lamentablemente, el sueño es concebido como inmaduro, mientras lo genuino que habita en el propio interior se transmuta en simples mitos tildados de rarezas.
Mas, la suave presencia del sueño se percibe y se muestra en las tristes madrugadas.
Mediante los sueños, los límites descubren en el infinito su propia prisión y la vejez rememora satisfecha la cercana infancia. 
Mediante los sueños, el poder de la palabra resurge feroz y el  infinito transcurso del tiempo se libera de las horas.     
Mediante los sueños, las manos descubren en los surcos de sus dedos la inocencia de sus juegos. 
Mediante los sueños, la cordura reconoce estar inmersa en la locura y la perfección descubre en sí misma su propia imperfección.
Mediante los sueños lo imposible se hace posible.
Mediante los sueños, las pesadillas logran ver los deseos distorsionados y los individuos, como cebollas con capas, logran configurar en su inmaculado, imperecedero e invencible interior el renacer de su propio imperio.
Vanessa Aguilar





          
       

viernes, 25 de febrero de 2011

LA PEQUEÑA ALMA Y DIOS






        Queridos amigos:

        Hace unos días una encantadora persona, Lourdes, me hizo entrega de este precioso cuento escrito por Neale Donald Walsch, autor de Conversaciones con Dios I, II y III. 
        Este relato nos ofrece la oportunidad de  considerar la verdadera causa que hay detrás de todas aquellas experiencias que consideramos y/o tildamos de "buenas" o "malas". Así mismo, nos muestra el Amor Incondicional de Amor (Dios) hacia todas sus criaturas, y cómo aquéllos que consideramos nuestros enemigos son, en realidad, ángeles enviados por Él, con el propósito de que experimentamos y crezcamos en: tolerancia, compasión, humildad, perdón, etc. En definitiva, para comprender los pactos que realizamos con otras almas antes de encarnar en este formato de la Vida y darnos la oportunidad de descubrir quiénes somos realmente.
        Con todo mi cariño,
        Vanessa Aguilar


        "... Esta parábola apareció de forma ligeramente distinta en Conversaciones con Dios I, y la narré en las ciudades de los Estados Unidos donde se me invitó a pronunciar conferencias u ofrecer charlas desde los púlpitos de varias iglesias. Finalmente, la recreé como un libro para niños, con ilustraciones a color, debido a los comentarios de tantas y tantas personas que me escribieron o hablaron conmigo después de las conferencias, opinando que "sería un cuento para niños perfecto". Creo que esta parábola vino directamente de Dios, y sé que cualquier niño que la conozca quedará bendecido por ella...". Neale Donald Walsch



         Había una vez, una pequeña alma que dijo a Dios:
         – ¡Ya sé quien soy!
         Y Dios le contestó:
         – ¡Maravilloso! ¿Quién eres?
         La pequeña Alma contestó a toda voz:
         – ¡Soy la luz!
         Dios sonrió ampliamente:
         – Así es – exclamó – Tú eres la Luz.
         La pequeña Alma estaba feliz, porque había comprendido lo que todas las Almas del reino trataban de entender.
         – ¡Hurra! ¡Esto es fantástico!
         Pero poco después ya no le bastó con saber quién era.
         Sentía cierta inquietud en su interior, porque quería ser lo que era.
         Así, la pequeña Alma volvió a hablar con Dios (lo cual no es mala idea para todas las Almas que quieren ser Quienes Son realmente), para comunicarle sus ideas:
        – ¡Hola, Dios! Ahora que ya sé quién soy, ¿es bueno serlo?
        Dios respondió:
        – ¿Quieres decir que deseas ser Quien Ya Eres?
        – Pues... verás. Una cosa es saber Quién soy, y otra muy distinta es serlo realmente. Quiero sentir cómo es ser la luz.
        – Pero si ya eres la luz - repitió Dios, sonriendo otra vez.
        – ¡Sí, pero quiero saber cómo se siente serlo! -exclamó la pequeña Alma.
        – Creo que debí imaginármelo -repuso Dios, riendo-. Tú siempre has sido la más aventurera
        Y, tras un instante, la expresión de Dios cambió.
        – Pero hay una cuestión...
        – ¿Qué es? -preguntó la almita.
        – ...Que no existe otra cosa además de la Luz. No creé otra cosa que lo que tú misma eres. Así, no hay un modo sencillo para que experimentes Quién eres, puesto que no hay nada que no seas.
       – ¿Cómo? -repuso la Pequeña Alma inocente, estaba un poco confundida.
       – Piénsalo de este modo. Eres como una vela en el sol. Ya estas allá, junto con millones y gaguillones de otras velas que forman el sol. Y el sol no podría serlo sin ti, porque le faltaría una de sus velas, y así no podría brillar tanto. Pero saber que eres la Luz estando dentro de la Luz... ése es el problema.
       – Tú eres Dios, ¡ya se te ocurrirá algo!
Dios volvió a sonreír:
       – Ya pensé en algo. Puesto que no puedes sentirte la Luz al estar en ella, te rodearé de oscuridad.
       – ¿Qué es la oscuridad?
       – Es aquello que tú no eres.
       – ¿Tendré miedo de la oscuridad? -gimió la almita.
       – Sólo si así lo quieres -respondió Dios-. A decir verdad, no hay nada que temer, a menos que así lo decidas. Nosotros inventamos todo eso. Fingimos.
      – ¡Ah! -exclamó la pequeña Alma, que ya se estaba sintiendo mejor.
      Entonces Dios explicó que, para poder experimentar cualquier cosa, se requiere de su opuesto.
      Ese es un gran don, porque sin él no podrías conocer cómo es todo lo demás. No podrías saber qué es lo caliente sin lo frío, el arriba sin el abajo, lo rápido sin lo lento. No podrías saber qué es la izquierda sin la derecha, el acá sin el allá, el ahora sin el después.
         –Y así -concluyó Dios -al verte envuelta en la oscuridad, no cierres el puño ni alces la voz para maldecirla. Más bien, sé Luz entre las tinieblas, y no te enojes por ello. De ese modo sabrás Quien Eres Realmente, y también los demás lo sabrán. Permite que tu luz brille para que todos sepan que eres alguien muy especial.
        – ¿Quieres decir que está bien que los demás sepan que soy alguien muy especial? -inquirió la Pequeña Alma.
        – ¡Por supuesto! -rió Dios- ¡Está muy bien! Pero recuerda que “especial” no quiere decir “mejor”. Todos son especiales, cada uno a su modo. Pero hay muchos que no lo recuerdan. Entenderán que está bien que sean especiales sólo cuando tú misma sepas que está bien ser especial.
        – ¡Fantástico! -exclamó la almita, quien bailaba, reía y daba saltos de felicidad – ¡Puedo ser todo lo especial que quiera!
        – Sí, y puedes serlo a partir de ahora mismo -agregó Dios, quien bailaba y saltaba y reía con la pequeña Alma-. ¿Qué parte de lo especial quieres ser?
        – ¿Qué parte de lo especial? No te entiendo.
        – Verás... -le explicó Dios- Ser la Luz es ser especial, y eso está hecho de muchas partes. Ser generoso es ser especial. Ser amable es ser especial. Ser creativo es ser especial. Ser paciente es ser especial. ¿Se te ocurren otros modos de ser especial?
        La pequeña Alma quedó en silencio por un instante:
        – ¡Se me ocurren muchas formas de ser especial! -exclamó luego-. Es especial ayudar a los demás. Es especial compartir. Y ser amistoso también es ser especial. ¡Ser considerado con los demás es ser especial!
        – ¡Así es! -concordó Dios-. Y tú puedes ser todas esas cosas, o cualquier otra parte de lo especial que desees ser, en cualquier momento. Eso significa ser la Luz.
        – ¡Ya sé lo que quiero ser! -anunció la Pequeña Alma, muy emocionada Quiero ser la parte de lo especial llamada “perdonar”. ¿No es especial perdonar?
        – Oh, sí -aseguró Dios-. Eso es muy especial.
        – Entonces, eso quiero ser. Quiero perdonar. Quiero experimentarme a mí misma de ese modo.
        – Bien -dijo Dios-. Pero hay algo que debes saber.
        La Pequeña Alma comenzaba a impacientarse. Parecía que siempre había complicaciones.
         – ¿De qué se trata? -suspiró.
         – No hay nadie a quien perdonar.
         – ¿Nadie?
         La Pequeña Alma apenas podía creer lo que estaba oyendo.

         – ¡Nadie! -repitió Dios–. Todo cuanto hice es perfecto. No hay una sola Alma en toda la creación que sea menos perfecta que tú. Mira a tu alrededor.
         Entonces la Pequeña Alma se dio cuenta de que se había reunido una gran multitud. De todo largo y ancho, de todos los rincones del Reino, habían venido Almas, porque se había corrido la voz de que la Pequeña Alma sostenía una extraordinaria conversación con Dios, y todos querían oír lo que decían.
Viendo a las incontables Almas reunidas, la almita tuvo que coincidir: nadie parecía ser menos maravilloso, menos magnífico o menos perfecto que ella misma. Tal era el esplendor de las Almas reunidas y tan brillante era su Luz, que la Pequeña Alma apenas podía sostener su mirada.
        – ¿A quién perdonar entonces? -preguntó Dios.
        – ¡Oh, creo que esto será muy aburrido! -gruñó la almita-. Quería experimentarme como El Que Perdona. Quería saber como es esa parte de lo especial.
        Y, así, supo cómo es estar triste.
        Pero entonces un Alma amistosa salió de entre la multitud:
        – No te preocupes Pequeña -le dijo-. Yo te ayudaré.
        – ¿De verdad? -replicó, con el rostro iluminado-. ¿Pero qué puedes hacer?
        – Puedo darte a alguien para que lo perdones.
        – ¿Puedes?
        – ¡Desde luego! -canturreó el Alma amistosa-. Puedo ir a tu siguiente vida y hacer algo para que lo perdones.
        – Pero... ¿Por qué habrías de hacerlo? -preguntó la Pequeña Alma-. Tú que eres un Ser de tan absoluta perfección. Tú que vibras con gran rapidez creando una luz tan brillante que apenas puedo verla. ¿Qué podría hacer que frenaras tu vibración hasta que tu luz se hiciera oscura y densa? ¿Qué podrías hacer tú, que eres tan ligera como para bailar en las estrellas y desplazarte por el Reino a la velocidad del pensamiento, entraras a mi vida y te volvieras pesada como para hacer una cosa tan mala?
        – Es muy fácil –repuso el Alma Amistosa–. Lo haría porque te amo.
        A la Pequeña Alma le sorprendió la respuesta.
        –No te asombres -le dijo el Alma Amistosa-. Tú hiciste lo mismo por mí. ¿No lo recuerdas? Hemos bailado juntas muchas veces, por eones y eras. Durante todos los tiempos y en muchos lugares hemos jugado juntas. Simplemente no lo recuerdas, Ambas hemos sido todas las cosas. Ya fuimos el Arriba y el Abajo, la Izquierda y la Derecha. Fuimos el Acá y el Allá, el Ahora y el Después, Fuimos lo Masculino y lo Femenino, lo Bueno y lo Malo. Tú y yo

Fuimos la víctima y el villano. Así, nos hemos reunido muchas veces, la una dando a la otra la oportunidad exacta y perfecta para expresar y experimentar Quienes Somos Realmente. De ese modo -añadió el Alma Amistosa- llegaré a tu próxima vida y seré el "malo". Haré algo realmente terrible, y entonces podrás experimentarte como El Que Perdona.
         – ¿Que harás? -preguntó la Pequeña Alma, un poco nerviosa-. ¿Que puede ser tan terrible?
         – Oh, ya pensaremos en algo -replicó el Alma amistosa, con un guiño.
Segundos después, pareció tornarse muy seria y murmuró:
         – Tienes razón en algo.
         – ¿En qué? -quiso saber la almita.
         – Tendré que frenar mi vibración y hacerme muy pesada para hacer ese algo no tan bueno, Fingiré que soy alguien muy distinto a quien realmente soy. Por eso te pediré un favor a cambio.
         – ¡Sí, lo que quieras! -exclamó la Pequeña Alma y comenzó a cantar y bailar-. ¡Podré perdonar, podré perdonar!
        Pero notó que el Alma Amistosa seguía muy callada.
        – ¿Qué quieres? -le preguntó-. ¿Qué puedo hacer por ti? ¡Eres todo un ángel por estar dispuesta a hacer tal cosa por mí!
        – ¡Claro que el Alma Amistosa es un ángel! -interrumpió Dios-. ¡Todos lo son! Siempre recuerda eso, que sólo ángeles envío.
        Y así, la Pequeña Alma quiso más que nunca satisfacer la petición del Alma amistosa:
       – ¿Qué puedo hacer por ti? -volvió a preguntar.
       – En el momento que te golpee y despedace -repuso el Alma Amistosa-. Cuando te haga lo peor que pudieras imaginarte, en ese mismo instante...
       – ¿Qué? -interrumpió la Pequeña Alma-. ¿Qué...?
       El Alma amistosa estaba aún más seria:
       – Recuerda quién soy realmente.
       – ¡Sí, así será! -exclamó el Alma Inocente-. ¡Te lo prometo! Siempre te recordaré tal y como te veo aquí y ahora.
       – Muy bien -repuso el Alma Amistosa- porque pondré tanto empeño en fingir, que olvidaré quien soy. Y si tú no me recuerdas cómo soy realmente, no podré acordarme durante mucho tiempo. Y si olvido Quién Soy, incluso tú olvidarás Quién Eres, y las dos estaremos perdidas.
         Entonces necesitaremos que venga otra Alma para que nos recuerde a Ambas Quiénes Somos.
       – ¡No, no será así! -prometió otra vez la Pequeña Alma-. ¡Te recordaré! Y te agradeceré por darme ese don, la oportunidad de experimentarme como Quien Soy.
        Así acordaron, y La Pequeña Alma fue hacia una nueva vida, emocionada por ser la Luz, que era muy especial, y por ser esa parte de lo especial que se llama Perdonar. Y esperó ansiosamente poder experimentarse como Perdón y agradecer lo que hiciera la otra Alma para que fuera posible.
        En todo momento de esta vida, cada vez que apareció en escena una nueva Alma, ya fuera que trajese felicidad o pesar (y especialmente si traía pesar), la Pequeña Alma pensó en lo que Dios le dijo: "Siempre recuerda que no envío más que ángeles...".

NEALE DONALD WALSCH