viernes, 29 de abril de 2011

El Efecto Sombra: tus zonas oscuras...

      
         Queridos amigos:


       Con mucho cariño, comparto este precioso documental titulado "El Efecto Sombra", que me regalaron mis amigos Juanjo y Anahí.
       Indiscutiblemente, todos los seres humanos poseemos en nosotros mismos la corriente de dos fuerzas opuestas: la Luz y la Oscuridad.
       Lamentablemente, fundamentalmente debido al legado de creencias que nos han dejado algunas respetables pero dañinas formas de pensamiento global, hemos considerado nuestra propia oscuridad como una parte "maligna", "perjudicial", "dañina", "indeseable", que hemos temido expresar por miedo a ser rechazados por otras personas. Unas creencias que, sin lugar a dudas, han derivado en la represión colectiva de todos los sentimientos oscuros que forman parte de nuestra escuela de la Vida y de nuestra innata esencia humana y divina, provocando: la división de nuestra energía, de nuestra mente, de nuestras emociones. Y, cómo no, dando lugar a: fuertes desequilibrios emocionales, a un sinfín de enfermedades.

        Desde que inicié la preciosa aventura de redactar y compartir experiencias y toda clase de información vinculada al fomento de la Consciencia y del Amor a través de este blog, he deseado poder plasmar el poderoso efecto que produce en nosotros la Confianza.

        Confiar es depositar todo lo que uno es en manos de la Vida. Todas las cualidades y dones que nos han sido entregados por la Vida, no son fruto de una casualidad. En todo caso, son los atributos que Amor (Dios) nos ha otorgado para que llevemos a cabo el o los propósitos que nos ha encomendado durante el período que nuestra alma ha decidido y pactado libremente con Él transitar por la transitoria escuela terrestre. Confiar es saberse, conocer, reconocer y sentirse parte de un Plan de Amor perfecto, más allá de los miedos que surgen cuando desconfiamos y consideramos que nuestras vidas son el reflejo de nuestros deseos, de nuestras expectativas, de la ilusión que fomentamos cuando nos creemos divididos de la Vida y de todo lo que existe en ella.

        En torno al conocimiento del significado que posee la palabra "confianza", soy capaz de transmitiros la importancia que reside en amar todos aquellos dolorosos episodios que todos y cada uno de nosotros hemos vivido; pues, pese a la carga oscura que se alberga en todos ellos, son ellos los que nos conceden la posibilidad de evolucionar, de crecer, de transformarnos en personas dignas y nobles. Confiar en los capítulos oscuros que hemos vivenciado y/o vivimos, nos ofrece la posibilidad de abrazar la Vida con más fuerza, de saberse y reconocerse con esa fuerza invisible divina que nos brinda, con su incondicional Amor, la posibilidad de experimentar todos los sentimientos humanos sin distinción.

        La Oscuridad es una parte necesaria en nuestras vidas, tan necesaria como lo es la Luz. De todos nosotros depende hacer un uso constructivo o destructivo de ella. No obstante, abrazarla, amarla, etc. es fomentar la Luz que habita en nosotros, ya que Luz y Oscuridad son expresiones opuestas pero idénticas: cuando existe una gran dosis de Oscuridad, también existe una mayor probabilidad de transformarla en Luz.
        Un fuerte abrazo, compañeros de camino.
        Con Amor,
    
Vanessa Aguilar





Parte 1


Parte 2


Parte 3


Parte 4


Parte 5


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Parte 7

jueves, 28 de abril de 2011

El Amor todo lo puede




Un día aparece alguien en tu vida, un total extraño, una persona que se quiere acercar a ti. Pero has pasado por tantas situaciones difíciles que no sabes si podrás volver a confiar en alguien. Te preguntas para qué tratar con esa persona, si todo acabará igual que siempre, para qué darle una oportunidad si te va a fallar y la cabeza se te llena de pensamientos contradictorios, si abrirte a esa persona o no…

He aprendido que en la vida nada es por azar sino que Dios todo lo tiene previsto, Él sabe a quien pone en tu camino y hasta cuando, por qué lo pone y por qué te lo quita, eres tú quien tiene que descubrirlo, pero él sabe por qué lo hace.
Pero finalmente eres tú quien decide si darle o no la oportunidad a las personas que se presentan en tu vida. A veces perdemos nuestra oportunidad de ser realmente felices por miedo a que nos vuelva a pasar aquello que ya nos pasó anteriormente junto a otra persona. Cuando este miedo, y esta duda nos corroe la cabeza, rara vez podremos encontrar nuestra alma gemela.
Uno quisiera poder darle una oportunidad a esa persona, pues parece una persona buena, preguntándose incluso si tal vez este sea el que Dios puso para ti... Pero no es eso lo que ocurre, primero llega a nuestra mente que "este es igual a los otros", que "me va a fallar". Pero hay que verlo desde otro punto de vista, nadie es perfecto, todos fallamos alguna vez, sólo que dependiendo del error se perdona o no.
Un día aparecerá "ese alguien" en tu vida, y tú tal vez no lo dejes entrar, puede que lo pierdas para siempre por culpa de tu desconfianza. No dejes que eso te pase o lo lamentarás mucho. Recuerda que Dios te lo pone en el camino, tú, y sólo tú decides si estar o no con esa persona que Él te ha mandado.
No pienses que cuando una relación se acaba hay que buscar culpable, no lo hay, ya que si se acabó es porque no era amor verdadero, ese amor que lo puede todo y no encuentra fallos mientras siempre sale adelante.
Concédanse una oportunidad y arriésguense un poco, pues tal vez esa persona que aparezca en sus vidas sea la indicada, y si no le dan esa oportunidad puede ser que lo pierdan por siempre. No se den por vencidos ya que Dios sabe lo que hace y conoce lo mejor para nosotros, pero recuerden que Él sólo nos lo pone enfrente, de nosotros es la decisión de si le permitimos entrar o no.
Si alguien te pide la oportunidad de conocerte, de comenzar una amistad, de iniciar una relación, puede que arriesguen mucho porque son dos lados de una moneda, hay un 50% de posibilidades tanto de ganar como de perder, pero nunca lo sabrán si no lo intentan.
El Amor comienza por la amistad, la confianza, el respeto, la entrega, la fidelidad, un beso, un suspiro, un abrazo, una sonrisa, un pensamiento, una palabra, etc. Si alguien ha de llegar a tu vida dale una oportunidad, ya que no sabes si ese es quien Dios te ha mandado para ser feliz.
No duden de Dios, porque nadie está por encima ni sabe más. Él siempre te pondrá varias puertas, es tu decisión elegir la más correcta puesto que todas si Él las puso son correctas. Tu deber es escoger la mejor, y te aseguro no te arrepentirás si así lo haces.
El Amor todo lo puede, pero si es verdadero y mutuo.

 Texto de: Silvano Antonio Veloz

domingo, 24 de abril de 2011

Los videntes del camino...

       
        
        Queridos compañeros, queridos videntes del camino:

        Comparto este fabuloso vídeo que me regaló mi gran amiga Lourdes. Un vídeo como respuesta a las preguntas que se formulan todas aquellas personas que están inmersas en el despertar del camino espiritual, del camino de Amor (Dios). 
        Un fuerte abrazo para todos. 
        Os Amo. 
Vanessa  Aguilar





jueves, 21 de abril de 2011

El Amor todo lo transforma...


Comparto con todos vosotros este precioso vídeo animado, que una princesa me regaló durante el día hoy. Un vídeo que anima a todo ser humano a seguir esta cita que, en su día, nos regaló esa gran alma llamada Gandhi: "Sé tú el ejemplo que quieres ver en el mundo".
Las imágenes, el texto y la melodía no tienen desperdicio.
Un abrazo, amigos y compañeros de camino.

Vanessa Aguilar




martes, 19 de abril de 2011

La Reencarnación


"Fuiste. ¡Serás!
Lo sabes mientras eres.
La reencarnación es el proceso natural
de reciclado de la energía humana mediante
el nacimiento, el crecimiento, la decadencia y la muerte.
Cada renacimiento es un vínculo en la cadena eterna de cada uno
de impresiones, pensamientos, deseos y acciones latentes.
El alma en su nuevo cuerpo tiene la oportunidad de
aprender del pasado, vivir el presente y prepararse para el futuro".


LA REENCARNACIÓN: ¿POR QUÉ CREER EN ELLA?

En cuanto he empezado a basar mi sentido de «quién soy» en percibirme como un alma en vez de solamente advertir mi traje transitorio, el cuerpo, me doy perfecta cuenta de que, como ser de energía espiritual que da vida al cuerpo, soy inmortal. Empiezo a comprender que cambio de traje físico igual que la serpiente muda la piel, pero que yo -el alma eterna- nunca puedo morir.


LA MUERTE (TRANSFORMACIÓN) Y EL RENACIMIENTO.

En el momento de la muerte física, el alma abandona su energía de los órganos del cuerpo y desaloja el lugar que ocupa en el centro de la frente. Se lleva consigo las impresiones acumuladas en esta vida y se introduce en el cuerpo de un bebé nonato, mientras que el cuerpo nuevo todavía se está formando en el útero de la madre. Esto sucede normalmente entre el cuarto y el quinto mes de embarazo. Un alma humana sólo entra en un cuerpo humano. El tipo de cuerpo en el que entra el alma y las condiciones del nacimiento vienen determinados por las acciones pasadas del alma en su vida o vidas anteriores y por la acumulación de intercambios que ha establecido con otras almas. Si no se comprende correctamente este proceso, el abandono de un cuerpo y la adopción de otro suele ser una experiencia que produce un gran miedo y angustia, aunque los detalles de la vida anterior se borran pronto y se viven experiencias nuevas para que el alma no se sienta desbordada y confundida por los recuerdos del pasado.


LA REENCARNACIÓN: LO QUE TE LLEVAS CONTIGO.

En cuanto se han desarrollado el cuerpo y el cerebro del bebé, el alma se ha olvidado por completo del pasado y se ha acostumbrado a sus nuevas condiciones de vida y a los padres de su nuevo cuerpo. Sin embargo, aunque el alma normalmente no recuerda detalles de sus vidas pasadas, lleva consigo –en forma de actitudes, tendencias y personalidad– el efecto acumulativo de todo lo que ha experimentado y aprendido. Todo lo que ha aportado a la nueva vida desde la perspectiva genética es la estructura física del cuerpo, la raza, el color de los ojos, la forma de la nariz, etc. Y, a pesar de que el entorno en el que un niño se educa, así como las personalidades de los que lo rodean, sin duda ejercen una influencia en su evolución, sus tendencias y reacciones ante la gente y los acontecimientos no se generan desde la perspectiva biológica sino que son inherentes al alma de las existencias anteriores. Estas impresiones predominantes grabadas en la vida pasada en seguida empiezan a manifestarse y a expresarse en el nuevo entorno.


LA RELACIÓN EN OTRAS VIDAS.

La vida humana se basa en las interrelaciones entre las almas que, a su vez, se basan en las distintas impresiones presentes en cada una de ellas. Dichas impresiones determinan el curso de la vida, la naturaleza de las actividades del alma y su ubicación física en determinado entorno. Es por ello que normalmente se crea un vínculo entre dos almas que han establecido una relación en una vida, vínculo que las reunirá otra vez en otras vidas. Por esto muchas personas tienen la sensación de haber conocido a alguien antes, aunque aparentemente se encuentren por primera vez. O viven la experiencia de conocer a alguien y tienen una sensación de atracción o repulsión aunque no lo conozcan lo suficiente en la vida actual como para que hayan surgido estos sentimientos. Lo que ocurre es que el alma reconoce a la otra alma –aunque los cuerpos sean distintos– desde la última vez que se vieron.


LA REENCARNACIÓN: EL PROCESO DE RENACIMIENTO.

La reencarnación es un proceso de renacimiento. Con cada nueva muerte llega un nuevo nacimiento y la apertura de un capítulo nuevo en la interminable historia de la vida. Con cada nuevo nacimiento el alma prosigue su viaje a través de la eternidad en el lugar en que lo dejó según sus cuentas en el nacimiento anterior. El alma no es la víctima de un Dios enfadado o vengativo que la condena a una vida de privación o sufrimiento sin motivo aparente. El alma hereda un pasado creado por ella misma. El hecho de que las causas exactas del pasado que motivan las circunstancias de la nueva vida no sean aparentes ni visibles no significa que no existan. Dicho de otro modo, un alma nacida en circunstancias felices no es receptora de la gracia o la bendición de Dios, sino que es el fruto de la recompensa de sus propias acciones generosas y benéficas llevadas a cabo en el nacimiento o nacimientos pasados. Cada alma está constantemente experimentando el efecto de alguna acción pasada y también está plantando las semillas para recogerlas como un fruto en el futuro.
La comprensión de la reencarnación consolida, en la meditación, la experiencia de mi propia inmortalidad, mi existencia eterna como alma. Y esto es una medicina excelente para muchas clases de miedos, ansiedad y pensamientos limitados.

Un abrazo, compañeros.
Vanessa Aguilar

lunes, 18 de abril de 2011

Un sorbito de paciencia






En un establecimiento de regalos, siete ansiosos clientes esperan ser atendidos y adquirir su presente. La única dependienta de la tienda, vuela que no anda. Ocho artículos cubren sus manos mientras, con el mentón dolorido, a duras penas logra inmovilizar un rompecabezas. Sin visibilidad alguna, la mujer tropieza con el mostrador. Desafortunadamente, el traspié provoca la apertura del puzzle y todas las fichas caen al suelo. Tras el suceso, la mujer contempla embobada los ocho presentes. El ansia de desear abrazar la totalidad la condujo a caer.
Durante la exploración de un camino, un corredor se encuentra con la encrucijada de tener que elegir entre diez sendas. El corredor decide correr por todas ellas. Da comienzo la carrera y en la maratón, sin una elección de camino, el estrés le augura al hombre un gran cansancio.
Hora tras hora, los matojos van cubriendo la superficie fangosa y en la senda sin atajo llega la noche. Ya cansado, el hombre se detiene a descansar en unas enormes piedras. Su nula orientación culmina en llanto. De repente, piensa en el camino y en los diez senderos. Estupefacto, afirma estar en todos y en ninguno de ellos. Como consecuencia, la profundidad del fango nubla su visión y la inmensidad del camino logra vencerle. El corredor comprueba que en su miedo por elegir una vía ha encontrado su propia derrota.

Sentada en un café, prosigue su lectura la vida en persona. Un sorbito de paciencia la entremezcla con la mañana. En su sabroso plan, percibe serena a sus vecinos de mesa: ímpetu y duda. Ambos naufragan en su café.
En su glorioso plan, la vida recopila experiencias. Entre ellas, dependienta y corredor. Sorbiendo de nuevo paciencia, la vida comprueba en ese naufragio vecino todas aquellas cosas que no desea volver a sorber.
De su paso por el ímpetu ha aprendido a reconocer que caminar en contra de las situaciones produce desden, que nadar con sobrecarga origina agotamiento, que temer la conlleva a dudar y a retroceder y que abarcar la dirige a caer.
La vida ve en sus propios caminos un paraje sin áreas de descanso. Para ella, los tramos del corredor se construyen y se destruyen en un santiamén. La vida es de todo menos estática.
Existen, sin embargo, tramos donde los cambios son observados con lentitud. En ocasiones, perezosas sendas donde la seguridad se frota las manos, al mismo tiempo que merienda comodidad. Muchas veces, un huracán destroza la senda y el corredor se pierde en la duda. En estos casos, la vida propone alternativas, puentes y pasarelas, para que en el traspié el corredor pueda elegir de nuevo y proseguir el viaje.
En definitiva, lo importante no es correr sino seguir andando. Para el camino, el amor y  la paciencia son el mejor bastón.

Al mirar a su alrededor, la dependienta se levanta. Tras la caída descubre a su alrededor un cúmulo de piezas de puzzle revueltas y desperdigadas por el suelo. Ante la atónita mirada de los clientes, la mujer se levanta y se dispone a recogerlas. No obstante, ha comprendido: ha descubierto que si sigue los latidos de su corazón, que si fluye a su propio ritmo, las piezas del puzzle vida... encajan perfectamente.
La respuesta está en sorber de la vida un poquito de paciencia. 

Vanessa Aguilar



"...A veces nos encontramos en encrucijadas que nos producen desasosiego sobre cuál es el camino a escoger. El camino de la izquierda es el de lo conocido, lo habitual, el sofá de una casa con programa nocturno de "Claves del nuevo marketing del perfil más demandado por la sociedad", pero el camino es polvoriento, desértico, mortecino, es un vórtice que te absorbe, no hay vida salvo unos cuantos arbustos desgranados retorciéndose por el viento y la seguridad de cumplir con la norma establecida de tigres con piel y apariencia de ovejas, bailando sin sentido de un lado a otro siguiendo al rebaño, al perro y su pastor. Sí, eres dirigido, es muy cómodo, llegas al establo, das tu leche y cedes tu piel. A cambio, pierdes el sentido de la vida, el rumbo y de regalo das tu identidad. El otro camino es el de la derecha, un camino verde, fresco, alegre, colorido, chispeante, plagado de vegetación. Aquí no cumples con la ley, eres independiente, seguro de ti mismo, marcas tu propio ritmo, fluyes con la existencia. Eres el protagonista, el director de tu propia película, los susurros del corazón son tus aliados, cuando los oyes aunque sea bajito los sigues, te lleven a donde te lleven pues confías en ti y en la vida, en las situaciones y en los duendes que se te cruzan por ambos lados. A lo largo de este camino te puedes resbalar pues la hierba está húmeda, pero pronto empiezas a reconocer que tipo de terreno has de pisar y cuál has de saltar. Y llega un día en que el camino te ha enseñado tanto que tu cuerpo, tu mente, tus sentimientos y tu alma conforman un mecano sincronizado, sin dejar de tener presente al alba que cada día es creación, movimiento, transformación, aprendizaje y puedes volver a caer tan rápido como levantarte, crear, moverte, transformarte y aprender. Es el ciclo de la vida y el gozo de percibirla...".  José Ignacio


"...La paciencia, esa gran virtud que denota la tranquilidad del espíritu y la serenidad del ánimo. La paciencia, ese camino de imprescindible elección para alcanzar los objetivos más primordiales y para ascender a las más elevadas metas. La paciencia, esa sabiduría de la espera en calma. La paciencia, esa aptitud tan necesaria ante la vida y tan escasa en una sociedad frenética y agitada como la de nuestros días. Hemos de aprender a saborear la vida con el paladar de la paciencia y a respirar su aroma de manera tranquila y pacífica. Es desde el sosiego, y no desde el cansancio, desde donde siempre se adoptan las mejores decisiones. La premura nunca será una buena consejera para lograr los mejores resultados...". Juan Manuel Galván