domingo, 31 de julio de 2011

El valor de la iniciativa


Queridos amig@s:


Comparto con vosotr@s este precioso vídeo, que, no casualmente, llegó a mi vida a través de mi amiga Sonrisa.

" ...A veces se necesita de un pequeño ejemplo para que salgan grandes cosas de la mano del hombre...". Pablo Sager

Un abrazo enorme.
Con Amor,

Vanessa Aguilar


martes, 12 de julio de 2011

Hoy...

Queridos compañeros:

Comparto con todos vosotros este precioso escrito que escribió una íntima amiga mía. Un ser humano excepcional, una mujer de bandera que, habiendo superado su propio duelo, decidió compartir el aprendizaje incluso en ese viaje doloroso, intransferible y personal que la ha llevado a un encuentro consigo misma.
Este texto, venía acompañado de un vídeo que no puede pasar desapercibido y que, junto con su escrito, me ha sonsacado las sonrisas propias de la satisfacción personal de un trabajo realizado, su trabajo realizado, y también las lágrimas propias de la emoción que produce ver cómo un ser querido alza sus manos al cielo para enseñarnos que, por encima de cualquier vicisitud, lo más importante sigue siendo vivir, vivir, vivir...
Con todo mi cariño, para todos vosotros.
Vanessa

 
Hoy comienza el principio de mi nueva vida,
hoy decido aceptar mi realidad tal como es,
y no como me gustaría que fuera-
Hoy acepto mis cualidades, mis virtudes,
mis dones así como mis defectos,
también acepto que los demàs solo
aportan lo que pueden en cada momento
y a veces lo que aportan no me gusta,
ni siquiera les gusta a ellos
pero es lo que hay.

Hoy valoro que todo lo que ocurre
es un regalo para nuestro aprendizaje.
Hoy comprendo que no estoy sola,
que tengo todas la ayudas que necesito,
incluso la mejor, mi Yo interior, mi Sabiduría . 
 
Hoy se que merezco todo lo bueno de la vida, y me dirijo en linea recta a conseguirlo,
para bien mío y de los que me rodean.
Hoy decido ser mi propia guia, con la ayuda de la guía Divina,
y decido vivir una vida llena de júbilo, felicidad, amor y belleza,
y también decido que cuando ésto no se de,
pondré optimismo para seguir deseándolo.

Hoy doy gracias por todo lo que me ha tocado vivir,
por el conocimiento que tengo de mi misma
y la compasión que soy capaz de generar a los demás,
doy gracias porque todo sucede para mi bien,
y porque me espera una hermosa vida en la que puedo y quiero hacer mucho bien.

Gracias por acompañarme en el camino, gracias por estar ahí, gracias por existir.
Con Amor.

L.P.
 
 
 
 

martes, 5 de julio de 2011

La ventana




Había una vez dos hombres, los dos con enfermedades graves, en la misma habitación de un gran hospital.

Pese a ser una habitación minúscula, tenia una ventana que miraba al mundo. A uno de los hombres, como parte de su tratamiento, se le permitía sentarse en la cama durante una hora por la tarde (algo relacionado con la extracción de liquido de sus pulmones. Su cama estaba junto a la ventana. Pero el otro hombre debía pasar todo el tiempo acostado boca arriba.

Todas las tardes, cuando el hombre que estaba al lado de la ventana se instalaba para su hora, pasaba el tiempo describiendo lo que veía afuera. Al parecer, la ventana daba a un parque en el que había un lago. En él había patos y cisnes y los chicos se acercaban para arrojarles pan y hacer navegar sus barquitos. Los enamorados caminaban tomados de la mano junto a los árboles y había flores y canteros de césped y juegos. Y al fondo, detrás de la hilera de árboles, se veía un espléndido panorama de la ciudad, recortada contra el cielo.

El hombre acostado escuchaba las descripciones que le hacia el otro, disfrutando cada minuto. Oía que un chico, casi se había caído al lago y lo lindas que estaban las chicas con sus vestidos de verano.

Las descripciones de su amigo, en definitiva, le hacían sentir que prácticamente podía ver lo que pasaba afuera.


Una tarde muy agradable, se le ocurrió: ¿Por qué el hombre de la ventana debía tener todo el placer de ver qué pasaba?¿ Por qué no iba a tener él una oportunidad? Se sintió avergonzado, pero cuanto más trataba de no pensar así, más quería el cambio.

¡Haría cualquier cosa! Una noche, mientras miraba el techo, el otro hombre se despertó de repente con tos y ahogos, y trato desesperadamente de alcanzar el botón para llamar a la enfermera. Pero él lo observo sin moverse, incluso cuando el sonido de la respiración se detuvo.

A la mañana, la enfermera encontró muerto a su compañero y, en silencio se llevaron su cadáver.

Cuando lo consideró oportuno, pregunto si no podían cambiarlo a la cama que estaba al lado de la ventana. Lo trasladaron, lo instalaron y lo pusieron cómodo. En cuanto se fueron, con dificultad se incorporo y se asomo a la ventana.

ENFRENTE HABIA UNA PARED BLANCA...
Muchas veces hacemos daño a gente sin motivo, cuando lo único que trata es de animarnos y de que veamos la vida de la mejor manera.