viernes, 4 de marzo de 2011

LA CAÍDA DEL IMPERIO


  Con todo mi cariño, para Vicent.

La ignorancia humana ha desestimado al sueño, como si éste se tratase de un simple juego de niños. Señores, señoras: los hombres ya no pueden soñar. El maletín y la corbata se subastan hoy para el que, sin aliento, busque en su zaguán: su pelota y su peonza, su silbato y sus canicas.
Atrás se quedaron las ilusiones y los recuerdos para el tren de los años. Pues hoy, el árbol desnudo del alma se cobija en un cuerpo, aparentemente sin indicios de luz, aparentemente sin cobijo alguno para la esperanza.
Hoy, el actor humano sale a escena y, canjeando el sabroso juego del alma por el de las apariencias, interpreta a un recluso social ávido y desesperanzado. 
Hoy, son los aplausos del prejuicio quienes impiden al sueño retomar su lugar. 
Hoy, es el llanto reprimido del niño que habita en todo ser humano quien denota cautivo la caída de ese imperio llamado Amor. Desde esta concepción: los caramelos son reemplazados por los puros, los abrazos por leves sonrisas, las cartas se confunden con recibos y los llantos son cambiados por suspiros y bramidos represores.
Hoy, el adulto se confiere desde un canon marcado por lo establecido y, encerrado en su zaguán, pervierte su ingenio individual mientras se vende a los miedos, a la opinión y al olvido. Lamentablemente, el sueño es concebido como inmaduro, mientras lo genuino que habita en el propio interior se transmuta en simples mitos tildados de rarezas.
Mas, la suave presencia del sueño se percibe y se muestra en las tristes madrugadas.
Mediante los sueños, los límites descubren en el infinito su propia prisión y la vejez rememora satisfecha la cercana infancia. 
Mediante los sueños, el poder de la palabra resurge feroz y el  infinito transcurso del tiempo se libera de las horas.     
Mediante los sueños, las manos descubren en los surcos de sus dedos la inocencia de sus juegos. 
Mediante los sueños, la cordura reconoce estar inmersa en la locura y la perfección descubre en sí misma su propia imperfección.
Mediante los sueños lo imposible se hace posible.
Mediante los sueños, las pesadillas logran ver los deseos distorsionados y los individuos, como cebollas con capas, logran configurar en su inmaculado, imperecedero e invencible interior el renacer de su propio imperio.
Vanessa Aguilar





          
       

4 comentarios:

  1. Que bien escribes. Las pruebas difíciles que pasamos en la vida son un signo del amor de Dios. Nos atrase hacia Sí por medio de la desilusión y la quiebra del corazón con respecto a lo otro... y al final "el triunfo es para los pacientes".

    Un abrazo.

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  2. Querido amigo, Uzman:

    Muchas gracias.
    No hay luz sin oscuridad, eso dicen. Y es cierto. Las pruebas difíciles son una señal, una de las maneras que existen para conocer y experimentar el Amor incondicional de Dios en el interior de nosotros mismos. "Nos atrae hacia Sí, por medio de la desilusión y la quiebra del corazón con respecto a lo otro"... ¡Qué frase tan bonita, amigo! Al respecto, considero que los seres humanos nos resistimos a creer que todo aquello que nos pasa no es fruto de la casualidad sino de la causalidad, ya que cualquier situación -por dolorosa que sea- nos guía hacia un estado de quietud interior y son necesarias para nuestro desarrollo espiritual.
    ¡El triunfo es para los pacientes! ¡Sí! ¡Para aquellos que siguen apostando por vivir, independientemente de cual séa su situación, ya que el Amor nos convierte en seres interiormente libres!
    Un placer encontrarte de nuevo.
    Un abrazo enorme,
    Vanessa

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  3. Gracias. El ser humano despierto, sin sueños, solo despierto y con la actualidad, esta perdido. Los valores naturales, el respeto a todo lo que nos rodea, lo primigenio, lo natural, la base que da vida,esta en horas bajas. Hoy prima, exprimir al máximo cualquier cosa que cae en nuestras manos, sin respetar nada, si pensar que una vez ¿aprovechado?, ha desaparecido, o lo hemos transformado, a peor. Pero, de ello, solo hemos sacado un jugo que apenas hemos saboreado. Solo nos hemos marcado un triunfo ante el estatus actual. Consumir, arrollar, pisar, poseer.
    Los sueños, ¿no estarán contaminados? ¿Hemos llegado a tanto?. Creo que no. Nuestro interior, nuestro yo interior, estoy seguro que es puro, y él, es quien inclina la balanza.
    A pesar de todo, como tu bien dices, y yo lo creo también, " el Amor nos convierte en seres interiormente libres".
    Gracias otra vez, porque tus escritos, me llevan a reflexiones, que a veces, no se plasmar por escrito o expresar.
    Gracias Vanessa.

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  4. Querido Vicent:

    Es cierto. Aquellos seres humanos que viven sólo por y para marcarse un triunfo ante el estatus social, han perdido la razón primordial de su existencia: vivir. Únicamente vivir y saborear, a su paso, todas las oportunidades que les da la Vida. El Amor nos convierte en seres interiormente libres, es un hecho. Gracias a ti, porque estás despierto y vivo. Un abrazo, de todo corazón. Vanessa

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